Me está resultando difícil escribir con asiduidad. No es falta de ganas. Cada día tengo al menos un post rondándome la cabeza, pero acabo no pudiendo materializar la idea y hacerla texto. Una de las razones es previsible: falta de tiempo. Pero hay noches que bien podría hacer un hueco y actualizar la bitácora. Aquí es donde entra otro factor, quizás el más importante: los límites de la confidencialidad.
Me explico. Estoy ampliando estudios en psicoterapia. Este año en concreto, estoy inmersa en un programa muy exigente que se centra en terapia familiar. Es una experiencia intensa y absorbente, no sólo por el contenido del programa, que ya en sí mismo requiere bastante dedicación, sino también por la estructura, que se basa en una experiencia grupal y colaborativa que conlleva escrutinio personal y mutuo. No sé si esto es bueno o no, pero me encuentro totalmente sumida en esta experiencia hasta el punto de que el resto de mi vida ha pasado a un segundo, y lejano, plano. Es como si tuviera la mente secuestrada, pero con el síndrome de Estocolmo en pleno apogeo. Sarna con gusto no pica ;)
Creo que me vendría bien poder "ventilar" la cabeza aquí, en 33: exponer las ideas principales que poco a poco voy internalizando, documentar el proceso de aprendizaje, relatar las experiencias que comparto tanto con clientes como con mis compañeros. Me vendría bien, sí, pero me veo limitada por la confidencialidad implícita en esta profesión. La ley protege, y con razón, al cliente. Todo lo que ocurre tanto dentro como fuera de la consulta está sujeto a estrictas normas de confidencialidad que, si no las respetase, podría verme sin licencia profesional y con serias repercusiones legales. Aunque no existiese este imperativo legal, igualmente me incomodaría violar la confidencialidad, por razones morales y éticas que, por obvias, no creo sea necesario detallar.
Lo que me gustaría es encontrar un equilibrio, dar con la manera de plasmar lo que me ronda la cabeza sin traicionar esta confidencialidad. Supongo que la forma más segura de hacer esto es ceñirse a elucubraciones teóricas que no implican a persona alguna, pero ¿cómo despersonalizar un proceso que sólo existe entre personas? En principio, me propongo intentarlo y escribir lo que parezca posible sin meterme en batallitas que impliquen a mis compañeros o a mis clientes. Si no, esta bitácora va a acabar muerta nada más nacer, porque poco más me interesa en estos momentos.
Es muy difícil encontrar ese equilibrio del que hablas. No pasa nada si no escribes en el blog todos los días. Yo tampoco lo hago. Intenta disfrutar del blog, no lo tengas como una obligación. Los contenidos saldrán solos. Y si no salen no pasa nada.
Posted by: Josep | 12 November 2005 at 12:49 PM
Gracias, Josep. Tienes toda la razón. Creo que a veces se me olvida que el blog no es una obligación más, sino un placer al que no le debo nada.
Un saludo.
Posted by: Pato | 12 November 2005 at 06:22 PM
...¿y si las 'elucubraciones teóricas' que vislumbras como unica expresion posible las tornases en puras maquinaciones literarias, fruto (al menos de cara a la galería) nada más que de tu imaginación y de tu talento para escribir?
Posted by: Javier | 15 November 2005 at 12:38 PM
Esa es una muy buena idea que no se me había ocurrido, Javier. Aunque ahora difícil será atribuir las batallitas a la imaginación después de haber dado todas estas explicaciones en esta entrada... jajaja...
Te agradezco la sugerencia y el voto de confianza. A pesar de lo mucho que me gusta escribir, siempre he tenido poca fe en mi imaginación y en mi capacidad para crear literatura.
Pero me has dado una idea. Quizá, cuando tenga un poco más de tiempo, pueda crear categorías en el blog y que una de ellas sea de batallitas, algunas inventadas y otras basadas en la realidad, sin especificar cuál es cuál.
Posted by: Pato | 15 November 2005 at 02:51 PM
Soy uno de tus treintaytres, pero prefiero permanecer anónimo entre un número tan perfecto.
Te escribo solo para darte un consejo que espero que te vaya bien:
Escribir debe ser un placer y algún día, aunque te cueste al principio, lo será.
No es escribir cuando uno tenga ganas. Es proponerse redactar unas líneas al día. Una o veinte, es lo mismo. Lo importante es crear el hábito. Una vez que se tiene, comienzan a fluir ideas y a salir las cosas.
Es un ejercicio sano y sumamente creativo. "Que cuando me venga la inspiración me encuentra trabajando". No se si fue Borges quien copió a Cela o fue a la inversa, pero a ambos les fue bien.
Los profesionales le llaman a ese hábito de escribir "hacer pluma". Adelante, porque tienes talento.
Posted by: Bloguero anónimo | 20 November 2005 at 07:55 AM
Es un excelente consejo en el momento preciso. Gracias :)
Posted by: Pato | 22 November 2005 at 07:35 PM