Tras mi aniversario personal, llega el aniversario nacional, que no deja de ser personal también.
Tengo un vívido recuerdo del último discurso de Franco, a pesar de que era yo una renacuaja que rondaba los tres años. Sentada en el suelo del salón, las piernas cruzadas y la mirada fija en las imágenes en blanco y negro, seguí absorta una perorata que, sin duda alguna, me resultaba incomprensible, por mi edad y por las dificultades de pronunciación de un Franco al borde de la muerte. No era yo una cría que normalmente se quedase quieta y callada, pero había un ambiente de solemnidad en el salón que supe entender sin palabras. Al concluir el discurso, la tele mostró un plano general del público levantándose al grito de "¡Que viva Franco!" Entusiasmada, me puse en pie de un salto, alcé el brazo derecho igual que la multitud y me uní al frenesí con mi habla todavía infantil: "¡Que viva Flanco! ¡Que viva España!"
La familia me celebró la ocurrencia a carcajadas y mi padre, franquista hasta la médula, me cogió en brazos y me achuchó con un derroche de orgullo ideológico y paterno. Me sentí en la gloria, aun sin entender las razones de semejante arrebato de cariño.
Unas semanas más tarde, se repitió una escena similar en el salón de casa. Esta vez la multitud se reunía para presenciar la coronación de Juan Carlos I. Una vez más, tras lo que me debió de parecer otro rollo patatero, vi a la gente levantarse y corear: "¡Que viva el rey!" Y yo hice lo propio. Me puse en pie y con un vigor inusitado dije voz en cuello: "¡Que viva el ley! ¡Que viva la leina!"
Las carcajadas que esperaba en respuesta nunca llegaron. Me giré hacia el sillón, ansiosa por recibir mi dosis de atención, y me encontré la mirada de mi padre, rezumando mala h*stia:
"Chaquetera..."
Pato, para una extranjera que no sabe mucho ni del franquismo ni de la transición, ésta es una entrada conmovedora, no sé pq. -¡Cómo escribes redacciones de este tipo!
Ninguno de mis conocidos está hablando mucho de los dos aniversarios, aunque a mi los interesan muchísimo, y quiero entenderlos, me entiendes? y pues, quiero marcarlos de alguna manera. El domingo pasado compré todos los periodicos - los locales y los nacionales! - para leer las ediciones especiales desde todos los puntos de vista, jejeje, siempre la extranjera que queire entender... - pero no he tenido tiempo para leer ninguno.
Happy Thanksgiving, anyway. Always enjoy my stops by 33.
Posted by: erin | 24 November 2005 at 01:45 AM
Hola, Erin. A mí también me sorprende que no se haya hablado mucho de los aniversarios, al menos a nivel personal.
Me imagino que debe de ser un poco difícil to put it all together cuando no viviste el momento en carne propia pero entiendes la importancia en abstracto. I bet your pending reading will help.
Happy Thanksgiving among salmantinos :)
Posted by: Pato | 24 November 2005 at 03:00 PM